top of page

CAMBIO, O ME QUEDO…

Vale.

¿Cuántas veces has tenido la sensación de que sabes la solución de algo que estás viviendo y sufriendo y postergas esa situación por miedo al cambio?

Somos los campeones del mundo en ser sufridores a pesar de que en muchas ocasiones sabemos la solución.

¿Por qué nos sucede esto?

Está claro, nos aterra pensar en el dolor que vamos a sentir.

Pero lo que no sabemos, es que estamos viviendo como si nos fumáramos una cajetilla de cigarros diarios, intoxicándonos y malgastando nuestro tiempo con un trabajo/pareja/familiar que está destrozando la única vida que conocemos.

Vivimos pensando en “soluciones mágicas”, en que algún día despertamos y hemos cambiado o más neurótico aún, pensar que el otro ha cambiado. ¡De locos!

Por mucho que nos cueste asumirlo, la solución ante la procrastinación no es otra que atravesar el miedo que sentimos ante dicha situación.

Por desgracia, pasan los días, las semanas, los meses, los años…hasta que ya nos sentimos moribundos y nos preguntamos: ¿por qué no lo hice?

…No he vivido, sólo he hecho lo que querían los demás, pero yo no he hecho mi vida.

No he vivido.

Es ahora.

No es cuando te encuentres mejor.

Nunca te vas a sentir lo suficientemente bien, porque nunca es suficiente.

Es ahora.

Cambio. 

5 visualizaciones0 comentarios
bottom of page